Una quesadilla combinada a 24 pesos, sí 24 pesos. Es una injusticia, como bien me decían, de por sí es injusto que te las dejen caer a 18, la combinada, cuando la sencilla estaba a 9. No es una quesadilla del doble de tamaño, no te dan el doble de ingredientes, es la mitad de uno y la mitad del otro en la misma cantidad de masa. Pensaba que era caro, pero están ricas y era pagable, pero 24 pesos ¡jamás!. Veinticuatro pesos, veamos: es más de la mitad de una malteada del Barracuda, es casi dos horas de estacionamiento, es casi una entrada de cine cuando está barato, es casi la mitad del arbitraje por cabeza, es seis refrescos.
Veamos más: si la sencilla estaba a 9 y ahora está a 12, quiere decir que la subieron 3 pesos, o sea el famoso 33.333333333333333 %. No sé cuanto haya subido la masa para hacer tortillas, pero no creo que sea 33.3333333%. En definitiva no le pierden, creo que ni las María Isabel son tan caras.
Yo me quejo nada más por quejarme, porque en realidad no pagué, pero a la otra pediré una de huitlacoche y una queso, las pondré juntas, del lado recto de la quesadilla, las uniré y eso sí será una quesadilla combinada, mucha masa y muchos ingredientes. Por cierto, perdimos otra vez.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario