miércoles, 30 de mayo de 2007

Puñalada por la Espalda


Tras haber completado un primer tiempo de pesadilla, con el equipo completamente desenchufado y como pensando en no se que diablos y quedar abajo en el marcador 4-1, comenzó la segunda mitad. No sin antes padecer los embates de un árbitro que completamente rebasado por el partido. No es que se tratara de un juego importante, ni de un juego sumamente ríspido, pero de pronto tuvimos seis faltas en contra en menos de 25 minutos, algo poco común.

Comenzó la segunda mitad, notamos el nerviosismo de los rivales y comenzamos a hacer nuestro juego, poco a poco recuperamos el control del partido hasta lograr un 4-3 que parecía la hombrada más espectacular de nuestra historia, hasta que nos apuñalaron, nos apuñalaron sin piedad. Jorge se barre en el área y el árbitro considera una falta en contra y nos marca penal. Penal inexistente y para el momento del partido completamente inoportuno. El rival anota el gol y de pronto el partido se nos va de las manos. Si de por sí somos inestables, esto nos tiró lo que tanto nos había costado. El partido terminó 8-4 y lo que pudo a ver sido una gran voltereta termino en un robo, dos expulsados y un sentimiento de impotencia que podría hacer perder los cabales hasta al más tranquilo.

El arbitraje tiene aquí su mención especial. No sólo fue el shot out del primer tiempo, ni el penal del segundo o la clara intensión de no marcar las faltas equitativamente. La verdad no recuerdo bien los hechos, sólo recuerdo momentos aislados que poco a poco fueron despertando mi furia más oculta. No marcó una falta a nuestro favor, minutos después en una jugada similar la marca en nuestra contra, expulsa a dos de los nuestros. ¿Desde cuando pintar dedo es motivo de expulsión? A Roger no sé porqué lo expulsó y a mi no me expulso por que hice uso magistral de mis habilidades negociadoras, utilizando un lenguaje propio de la ONU y un lenguaje corporal digno de los bailarines de ballet más reconocidos de todo el mundo.

El compartir y debatir de forma civilizada y en un tono de mutuo respeto mis diferencias con el arbitro me hizo olvidar lo que en realidad sucedió. No puedo describir la sucesión exacta de los hechos. Agradecería que alguien me ayudara con esto.